jueves, 5 de enero de 2017

ULTIMA OPORTUNIDAD PARA MONTJEU

Dos años de edad separaron a Montjeu de Galileo, suficientes para que nunca los dos más relevantes hijos de Sadler´s Wells pudiesen verse las caras en la pista. Lo que sí ha sido bonito y emocionante de ver es el enfrentamiento entre los hijos de uno y otro durante lo que llevamos consumido del presente siglo XXI. Por nombrar solo las dos pruebas más señeras del calendario europeo; en el Derby de Epsom son cuatro los vástagos de Montjeu que se han llevado el gato al agua (Motivator, Authorized, Pour Moi y Camelot) por tres de Galileo (New Approach, Ruler of the World y Australia). En el Arco, por fin en el 2016 Found le daba a su padre tan ansiada victoria; antes Montjeu con Hurricane Run en el 2005 ya lo había logrado, por no hablar de las dos victorias consecutivas en tan regia prueba de su nieta Treve.
Montjeu ha sido un semental superior, con el pecado de dar machos mucho mejores que hembras, aunque estas últimas parecen estar redimiéndose un tanto como reproductoras. En nuestro país tenemos a la Atalaya, muy conocida y de plena actualidad gracias a sus hijos Dagoberto y el prometedor Hipodamo de Mileto. Montjeu ha producido una pléyade de caballazos pero a diferencia de Galileo no está construyendo su árbol masculino con la potencia del hijo de Urban Sea. Galileo es un monstruo de la cría que no falla en la competición en ningún aspecto, ni en cuanto al abanico de distancias de sus descendientes ni por el sexo que tengan sus huestes. Además ya está demostrado que aparte de ser un Jefe de raza por vía masculina, como abuelo materno destaca de forma sobresaliente.

Como podemos ver en su ficha de Racing Post, nada menos que veinte de los hijos de Montjeu obtuvieron un rating superior a 120, algo solo consiguen los super padrillos.

https://beta.racingpost.com/profile/horse/503034/montjeu

El panorama no podía ser más halagüeño de cara a la perpetuación de su sangre, sin embargo sus principales descendientes están rindiendo en la cría por debajo de las expectativas. Ni Hurricane Run, ni Authorized, ni Motivator (sus tres bazas más importantes) han dado de sí lo que se esperaba de ellos. Según arrojan sus respectivas fichas los canon de cubrición de todos ellos han ido disminuyendo hasta instalarse por debajo de los 12.000 euros. Son sementales con bastantes potradas en liza así que salvo sorpresa de última hora la continuidad de la sangre de Montjeu por línea paterna al máximo nivel no vendrá por parte de ninguno de los tres

https://beta.racingpost.com/profile/horse/589733/hurricane-run

https://beta.racingpost.com/profile/horse/663655/authorized

https://beta.racingpost.com/profile/horse/590219/motivator

Los tres poseían bonitos orígenes pero con una clara expresión fondista. Un punto clave a la hora de valorar su relativo fracaso en la yeguada.


En artículos anteriores me he referido a cómo Galileo está triunfando a la hora de fabricar su propio árbol merced al éxito de aquellos de sus hijos que mostraron en competición velocidad y precocidad. Teófilo, New Approach, Frankel y los todavía sin estrenar, Gleneagles y The Ghurka responden a ese modelo. En cambio otros grandes competidores; Soldier of Fortune, Nathaniel, Sixties Icon o Red Rocks, todos ellos fondistas, han pinchado en mayor o menor medida.

Es significativo que el hijo de Montjeu con un canon de cubrición más alto hoy en día sea Tavistock, estabulado en Nueva Zelanda gandor de Grupo uno en ese hemisferio sobre la distancia de 1.400 metros.


Su mejor hijo Werther ha ganado en la misma categoría este año.


Aquí le vemos ganar en Hong Kong ante prestigiosa concurrencia merced a un final soberano.


Tiene gracia que en Europa hoy en día los padrillos más cotizados hijos de Danehill nacieron y desarrollaron su vida de carreras en Australia. Exceed and Excel, Fastnet Rock y Redoute´s Choice. Hice referencia a ese hecho en este post de febrero del año pasado.


Sería paradójico que con Tavistock se repitiese la historia en el caso de Montjeu.

No obstante, y a eso se refiere el título de este post, a Montjeu le queda un buen cartucho que gastar en Europa con uno de sus últimos descendientes. Estoy hablando de Camelot, que a diferencia de los otros grandes hijos de su padre presenta un pedigrí con mayor velocidad en el lado materno y sobre todo con nombres de plena actualidad.


Como puede comprobarse tiene a Kingmambo como abuelo materno y a Danehill en el siguiente escalón. Ejemplares absolutamente fundamentales en el concierto de la cría actual, que en la precisa posición en la que se encuentran en el origen de Camelot, propician magníficos cruces con muchas de las mejores madres europeas. Un aspecto que considero clave a la hora de pensar en su futuro.

Camelot es el único gran hijo de Montjeu que se ha impuesto en las 2000 Guineas de Newmarket.


Hay que ver y valorar con detenimiento la vida de competición de Camelot.

Aunque su victoria en el Derby fue más cómoda, tengo la impresión de que la mejor distancia del caballo era algo más corta que el de la clásica inglesa por excelencia.


Animados ante la perspectiva de poder completar la Triple Corona inglesa, se le entrenó con ese propósito después de Epsom. Ganó el Derby irlandés ante rivales menores galopando sin demasiada fijeza en los metros finales, quizás porque como he dicho antes la distancia le resultaba algo larga.


Aunque se esforzó al máximo, unos meses después, no pudo con Encke en el Saint Legert corriendo en un valor más bajo.


Un Camelot desdibujado terminaba séptimo en el Arco a doce cuerpos de Solemia pocas semanas después. El reto de la Triple Corona pasaba factura.

Al año siguiente solo compitió en tres ocasiones con una victoria y dos colocaciones menores pero dando un máximo rating de 120, por el 126 que se le había otorgado la temporada anterior.

No fue el mejor Montjeu en las pistas pero fue francamente bueno. Su origen en cambio puede convertirle en el más relevante de los hijos de su padre en la yeguada. 

Resulta esperanzador que su canon de cubrición de 25.000 euros los tres primeros años haya pasado en el 2017 a ser de 35.000 euros, justo antes de que debute su primera potrada. Algo que normalmente sucede al revés. Eso se ha debido a la magnífica aceptación y el brillante aspecto que han presentado sus primeros yearling en el 2016. Fueron adjudicados nada menos que 104 a una media de 93.000 guineas la pieza. Pese al fracaso de sus hermanos de padre, con él los compradores están haciendo una interesante apuesta, probablemente debido a las circunstancias que he relatado respecto a su regio origen.

Los criadores avezados están afinando mucho en los cruces que potencialmente más favorecen a Camelot.

Si vemos los PDF de la venta de sus dos yearling más caros, adjudicados por 400.000 y 330.000 guineas respectivamente.



Observamos que el primero es por una madre Dansili y el segundo una Danehill Dancer, dos hijos de Danehill con lo que esos yearling llevan duplicado a través de individuos de sexo contrario al formidable jefe de raza en un 4x3. Con Camelot hay que conseguir brío y velocidad con los cruces y en estos dos casos alabo el gusto de sus criadores.
Otras opciones buenas que se me ocurren con Camelot, es buscarle hijas de Mastercraftsman que aparte de a Danehill tiene a Miswaki en su pedigrí, que como se recuerda es el padre de Urban Sea, que unida a Sadler´s Wells produjo a Galileo. Buenas afinidades en busca de un posible campeón. Además Mastercraftsman no llegó a la milla y media y eso más que un inconveniente es un atractivo para Camelot.


Con hijas de Duke of Marmalade se produciría un cruce de lo más interesante.


El precioso físico que luce Camelot en la actualidad puede verse en su ficha de Coolmore, así como otros datos y noticias de su incipiente producción:


Ha llovido desde que su padre el gran Montjeu se impusiese en el Arco del Triunfo de 1999.



Lo hacía precisamente batiendo al japonés, El Condor Pasa, un hijo de Kingmambo, abuelo materno de Camelot, que tal vez sea la clave para que la sangre de Montjeu resurja por vía paterna con verdadera fuerza. En el 2017 sus primeros hijos serán dos años y en teoría será pronto para ellos, sin embargo creo que alguno podría destacar. A partir de ahora el tiempo será el Juez; mi deseo es que falle a favor de Camelot y de su padre Montjeu.